¿Nadie se molesta con esto?

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   Trabajo en Estepona y la semana pasada vi unas señales de trafico que limitaban la velocidad a ¡OCHENTA KILOMETROS! Desde entonces he visto de todo gracias a esa limitacion. Mejor que yo lo explica este articulo del periodista Hector Barbotta publicado el domingo en el reaccionario Sur, antiguo diario de la Prensa del Movimiento, que le vamos a hacer.
Mientras gran parte del país se ha ido de vacaciones ya con permiso de la superior autoridad gubernativa de alcanzar los 120 kilómetros por hora, la misma superior autoridad gubernativa decidió simultáneamente y en el inicio del verano reducir a 80 kilómetros por hora la velocidad máxima permitida en uno de los tramos de la A-7 más transitados de este país, el que une Fuengirola con Marbella. Tráfico justificó la medida en la necesidad de garantizar la seguridad, lo que de tomarse en serio debería generar una cierta sensación de alarma: ¿es que los conductores que en los últimos diez, quince, veinte años transitaron por ese tramo a 100 kilómetros por hora lo hicieron poniendo en riesgo sus vidas y las de los demás?
Seguramente habrá quien encuentre difícil no suponer que exista detrás de esta medida absurda y tomada sin la más mínima publicidad –ni siquiera la que permitiría admitir que al menos se han guardado las formas– la intención de desviar gran parte del tráfico hacia la autopista, que con el precio que se impone en verano obliga a pagar más de un euro por cada tres kilómetros recorridos. Tampoco faltará quien crea que el afán recaudatorio no busque mejorar la cuenta de resultados de la empresa que gestiona la autopista, sino las propias cuentas de la Dirección General de Tráfico mediante el simple pero eficaz método de cambiar las normas a escondidas. Que la reducción se haya hecho sin previo aviso y aprovechando la relajación que supuso la eliminación del tope de 110 en las autovías puede alentar esta teoría.
Sin embargo, el motivo de esta nueva mancha en el tigre de los desatinos hay que buscarlo, otra vez, en los recortes presupuestarios y entender que lo que ha habido es un tijeretazo doble, y otra vez con Marbella como víctima. El primero es el del límite máximo de velocidad; el otro, y este es para preocuparse más, el de una obra que ya Fomento había anunciado cuatro años atrás y que estaba destinada a aumentar de verdad los márgenes de seguridad en la autovía mediante la eliminación de algunos accesos y curvas y para el que se había previsto una inversión de 54 millones de euros. Decidir bajar el límite de velocidad es la manera que ha encontrado la Administración central de enterrar para siempre ese plan que se anunció en la época de Magdalena Álvarez al frente de Fomento y que su sucesor, José Blanco, no ha vuelto siquiera a mencionar.
Decidido a promover el uso del helicóptero, Fomento ha cercado a Marbella por el Este y el Oeste. De un lado, con la bajada del límite de velocidad; del otro, con la paralización de las obras del soterramiento de San Pedro. Entrar y salir de la ciudad puede convertirse en un calvario, y la sensación de cerco será aún mayor para quienes miren al mar y recuerden que las prospecciones de gas frente a estas costas acaban de superar el principal escollo al que se enfrentaban, el informe de impacto ambiental, y ha quedado pendiente solo del permiso de Industria.
Esta semana, un informe de Analistas Económicos resaltó que el PIB provincial creció durante el primer trimestre un 0,5 por ciento en tasa interanual, por encima de lo previsto y también de la media regional y nacional, y que se prevé para este año un crecimiento del 1 por ciento en la provincia. Es la primera buena noticia económica en años y se la debemos al turismo.
Pero nadie en el Gobierno central parece tomarse en serio a la industria turística. Mucho menos al peso que esta esta ciudad, y lo que esta ciudad representa, tiene en ese sector económico. Estamos rodeados

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anarco1 Members Profile Send Private Message Find Members Posts Add to Buddy List Novat@ Joined: 17 Julio 2011 Status: Offline Points: 7	Post Options Post Reply Quote anarco1 Report Post Thanks(0) Quote Reply Topic: ¿Nadie se molesta con esto? Posted: 18 Julio 2011 at 7:30pm
	Trabajo en Estepona y la semana pasada vi unas señales de trafico que limitaban la velocidad a ¡OCHENTA KILOMETROS! Desde entonces he visto de todo gracias a esa limitacion. Mejor que yo lo explica este articulo del periodista Hector Barbotta publicado el domingo en el reaccionario Sur, antiguo diario de la Prensa del Movimiento, que le vamos a hacer. Mientras gran parte del país se ha ido de vacaciones ya con permiso de la superior autoridad gubernativa de alcanzar los 120 kilómetros por hora, la misma superior autoridad gubernativa decidió simultáneamente y en el inicio del verano reducir a 80 kilómetros por hora la velocidad máxima permitida en uno de los tramos de la A-7 más transitados de este país, el que une Fuengirola con Marbella. Tráfico justificó la medida en la necesidad de garantizar la seguridad, lo que de tomarse en serio debería generar una cierta sensación de alarma: ¿es que los conductores que en los últimos diez, quince, veinte años transitaron por ese tramo a 100 kilómetros por hora lo hicieron poniendo en riesgo sus vidas y las de los demás? Seguramente habrá quien encuentre difícil no suponer que exista detrás de esta medida absurda y tomada sin la más mínima publicidad –ni siquiera la que permitiría admitir que al menos se han guardado las formas– la intención de desviar gran parte del tráfico hacia la autopista, que con el precio que se impone en verano obliga a pagar más de un euro por cada tres kilómetros recorridos. Tampoco faltará quien crea que el afán recaudatorio no busque mejorar la cuenta de resultados de la empresa que gestiona la autopista, sino las propias cuentas de la Dirección General de Tráfico mediante el simple pero eficaz método de cambiar las normas a escondidas. Que la reducción se haya hecho sin previo aviso y aprovechando la relajación que supuso la eliminación del tope de 110 en las autovías puede alentar esta teoría. Sin embargo, el motivo de esta nueva mancha en el tigre de los desatinos hay que buscarlo, otra vez, en los recortes presupuestarios y entender que lo que ha habido es un tijeretazo doble, y otra vez con Marbella como víctima. El primero es el del límite máximo de velocidad; el otro, y este es para preocuparse más, el de una obra que ya Fomento había anunciado cuatro años atrás y que estaba destinada a aumentar de verdad los márgenes de seguridad en la autovía mediante la eliminación de algunos accesos y curvas y para el que se había previsto una inversión de 54 millones de euros. Decidir bajar el límite de velocidad es la manera que ha encontrado la Administración central de enterrar para siempre ese plan que se anunció en la época de Magdalena Álvarez al frente de Fomento y que su sucesor, José Blanco, no ha vuelto siquiera a mencionar. Decidido a promover el uso del helicóptero, Fomento ha cercado a Marbella por el Este y el Oeste. De un lado, con la bajada del límite de velocidad; del otro, con la paralización de las obras del soterramiento de San Pedro. Entrar y salir de la ciudad puede convertirse en un calvario, y la sensación de cerco será aún mayor para quienes miren al mar y recuerden que las prospecciones de gas frente a estas costas acaban de superar el principal escollo al que se enfrentaban, el informe de impacto ambiental, y ha quedado pendiente solo del permiso de Industria. Esta semana, un informe de Analistas Económicos resaltó que el PIB provincial creció durante el primer trimestre un 0,5 por ciento en tasa interanual, por encima de lo previsto y también de la media regional y nacional, y que se prevé para este año un crecimiento del 1 por ciento en la provincia. Es la primera buena noticia económica en años y se la debemos al turismo. Pero nadie en el Gobierno central parece tomarse en serio a la industria turística. Mucho menos al peso que esta esta ciudad, y lo que esta ciudad representa, tiene en ese sector económico. Estamos rodeados

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