¿Qué está pasando para que no sea posible hablar en una universidad española sin estar rodeada de policías? ¿Qué
está pasando para que las graves y violentas agresiones contra la
integridad y la seguridad de conferenciantes, acompañantes, profesores
y decano de la Universidad y agentes de seguridad sean catalogadas por
diversos medios de comunicación nacionales, entre ellos el periódico de
mayor difusión, como “intentos de boicot”? ¿Qué está pasando para
que “Público, ” el periódico creado para sustituir a” El Socialista” y
convertirse en el medio de propaganda del Gobierno de José Luís
Rodríguez Zapatero mantenga en portada durante todo el viernes el
siguiente titular: “La Autónoma de Barcelona le canta las cuarenta a
Rosa Díez? “ ¿Qué está pasando para que actos de tal violencia como los vividos en Barcelona se salden con cero detenidos? ¿Qué
está pasando en nuestro país para que hayamos permitido que una banda
de totalitarios enemigos de la democracia controlen las facultades de
políticas de las universidades españolas? Lo que hicimos en
Barcelona fue un acto de reafirmación democrática. Pero hay demasiado
cainismo en nuestro país como para que así se reconozca, para que otros
sigan el ejemplo, para que pasen por encima el hecho de fuimos mi
persona y nuestro partido los que nos negamos a ceder el espacio
público a los enemigos de la pluralidad y de la democracia. Hay
demasiado cálculo partidario como para esperar una respuesta unánime
de todas las fuerzas políticas y una exigencia de respeto y de asunción
de responsabilidades. No podemos aceptar como normal un
comportamiento que no lo es. El hecho de que grupos de estudiantes
totalitarios y liberticidas lleven años atacando a personas de
distintas ideologías no debe llevarnos a relativizar lo que está
ocurriendo: esto es s lo que refleja la verdadera dimensión y gravedad
del problema. Amigos, todo esto es muchísimo más grave que lo que
parece. O nos conjuramos para defender la libertad de expresión y
proteger la democracia día a día y desde cada lugar en el que estemos o
nada bueno les espera a nuestros hijos. Y no hemos hecho la democracia
para esto.
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